En vísperas del 56° aniversario de la Independencia del Estado de Israel, envío -a la Comunidad Judía de la Argentina- mis más cálidos saludos. Estamos ante un tiempo que promete nuevos desafíos para antiguos problemas que, esperamos, se transformen en motivos de oportunidades para Israel y la región.
El deseo, como en el comienzo de nuestra existencia libre y soberana, es caminar el siglo XXI en una atmósfera que conduzca a la coexistencia pacífica con nuestros vecinos. Las diferencias que nos separan no son solamente políticas o territoriales sino que debemos trasponer las barreras psicológicas y culturales.
Las sociedades no pueden olvidar su historia. En el caso de Israel no omitirá su necesidad y voluntad de continuar siendo un país democrático, con una economía desarrollada e industrias que dan muestras de notable vitalidad. Hasta ahora fuimos capaces de construir un país moderno, con alto nivel de educación, seguridad social y gran capacidad tecnológica. Sin embargo, los desafíos que el por venir depara continúan siendo enormes.
Israel está acostumbrada a vivir momentos dramáticos y apasionantes; momentos en que prevalecen los intereses comunes, con individuos y pueblos dispuestos a hacer de la convivencia un común denominador. Por eso, la existencia de comunidades, como la Argentina, unidas y solidarias, fuertemente identificadas con Israel, resulta de interés primordial.
Confiamos en los próximos tiempos. Es el deseo que esta celebración del «Día de la Independencia» sea el comienzo, definitivo, de un tiempo de esperanzas renovadas en la región.
Iom Hatzmaut Sameaj
Benjamín Orón, Embajador del Estado de Israel