Sharón busca apoyo de Bush para retirarse de Gaza

El Primer Ministro israelí, Ariel Sharon, presentará oficialmente en Washington su plan de retirada unilateral de la Franja de Gaza. Según el diario israelí ‘Haaretz’, ya logró del Presidente Bush dos concesiones: el reconocimiento estadounidense del derecho de Israel a anexionarse, en un futuro, algunas zonas vitales en Cisjordania donde hay asentamientos y la negación del derecho al regreso de los refugiados palestinos de la guerra de 1948.

Según informaciones dadas a conocer por ‘Haaretz’, Bush entregará a Sharón una carta en la que señala que Washington no exigirá a Israel regresar a la frontera anterior a 1967 -la llamada Línea Verde- y reconocerá el derecho de los refugiados palestinos a regresar sólo al territorio del futuro Estado palestino.
Sharón habría conseguido, además, otro acuerdo vital para los intereses de Israel. La nueva línea de seguridad que Sharon planteó, en su plan de separación con Cisjordania, como un redespliegue de las tropas israelíes, será a todas luces la que sigue el trazado del polémico ‘Muro de Defensa’.
A cambio, Israel se comprometería a no crear, con este trazado, enclaves que dejen aislados a miles de palestinos.
Como contrapartida, Sharón entregará a Bush una carta en la que remarca que el plan de retirada de Gaza incluye las fuerzas armadas y «todos los asentamientos judíos de la franja», excepto la carretera conocida como Filadelfia en el límite con Egipto, y la evacuación de cuatro poblados o enclaves israelíes en Cisjordania.
Ariel Sharón está desplegando una campaña para convencer a una opinión pública reacia incluso en las propias filas del Likud, aduciendo que la aplicación del plan será «importante para la seguridad, pues permitirá acciones ilimitadas contra el terrorismo».
Sharon se propone una ardua tarea ya que colonos, miembros de su Ejecutivo de coalición y gente de su propio partido están contra este plan de retirada unilateral.
Por su parte, la Autoridad Palestina (AP) ve la propuesta con sumo recelo y desconfianza porque teme que se convierta en una simple anexión de algunos de los asentamientos situados en Cisjordania, con la única pérdida de más territorio para el futuro Estado palestino.
Abu Ala, por su parte, afirmó que toda retirada es buena si implica el inicio de la evacuación de todos lo territorios ocupados en 1967.