Néstor Kirchner inauguró el 122° Período de Sesiones Ordinarias del Congreso de la Nación:

“No pagaremos deuda a costa del hambre y la exclusión de millones de argentinos”

El Presidente argentino, Néstor Kirchner, inauguró el 122º período de sesiones ordinarias del Parlamento Nacional. En un discurso de más de una hora enumeró lo hecho y lo por hacer, definió la política ante el FMI y el estado de la Nación. “No pagaremos deuda a costa del hambre y la exclusión de millones de argentinos” enfatizó en un de los postulados que más aplausos arrancó entre la concurrencia.

“La Argentina no sólo tiene que crecer. Tiene que crecer generando empleo», así lo aseveró el Primer mandatario en su primer mensaje al pueblo argentino inaugurando un nuevo período de sesiones ordinarias en el Parlamento.
El jefe de Estado, Néstor Kirchner, aseguró que “para levantar esta Argentina que no queremos postrada lo primero que debemos reclamarnos es sinceridad, racionalidad y verdad”.
“Queremos construir una Argentina moderna, que crezca con equidad. Que se integre al mundo con dignidad. Que se sustente internamente para poder sumarse desde su identidad nacional a un mundo cada vez más interdependiente”.
También indicó que “el punto de partida de esa construcción no puede ser otro que el reconocimiento del punto exacto donde nos encontramos. Hemos dicho que estamos en el peor de los mundos, en el propio infierno y que la mejora que percibimos es sólo el ascenso del primer escalón”.
En una hora y tres minutos, el titular del Ejecutivo repasó los principales puntos de su gestión, colocó a la deuda externa como un tema de Estado e incluso aventuró que sufrirá nuevos agravios.
“Nos calificarán de irracionales y dirán que sobreactuamos”, pronosticó. “No pagaremos deuda a costa del hambre y la exclusión de millones de argentinos”, dijo en medio de una ovación, «ni pagaremos de cualquier modo». “Le pido al pueblo argentino que me ayude, que me acompañe”, manifestó Kirchner apartándose del texto escrito de su discurso.
Por último, el primer mandatario expresó que “llegué con mis sueños, que creo que son los sueños compartidos de la inmensa mayoría de los argentinos, y mis convicciones a la Casa de Gobierno. Aprendimos que podemos. Que se pueden vencer la inacción, la desidia y la indolencia. Que se puede, a condición de que afrontemos los problemas y nos dispongamos al esfuerzo de enfrentarlos, sin necesidad de renunciar ni a los sueños ni a las convicciones”.
Una multitudinaria concurrencia, portando en su mayoría banderas nacionales, le otorgaron un colorido y festivo marco a la trascendente jornada. Los asistentes a la concentración de la Plaza de los Dos Congresos siguieron con especial atención, a través de altoparlantes, el discurso del primer mandatario, acompañando con aplausos diversos tramos del mismo.