Pulseada diplomática en la Cumbre de las Américas

El presidente Néstor Kirchner cerró la Cumbre Extraordinaria de Monterrey (en México) denunciando la pobreza y el subdesarrollo latinoamericano. Tuvo duros términos contra el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y otros organismos económicos y exigió a Estados Unidos un Plan Marshall para la reconstrucción de América latina. Dijo que rechazaba un ALCA unilateral. Antes se reunió con George W. Bush durante 40 minutos y la sangre no habría llegado al río. Roger Noriega, presente en la reunión, mantuvo la boca cerrada. La pinacoteca del Centro de las Artes del Parque Fundidora fue testigo del encuentro entre los presidentes y sus delegaciones. Kirchner utilizó un lenguaje poco frecuente en el discurso de un presidente: con palabras sencillas pero duras, dejó en claro -una vez más- la necesidad de cambio en las estrategias de los países dominantes para la región.

Todo indicaría que la entrevista Kirchner-Bush, sobre la que se tejieron muchas versiones, siguió los términos de la ‘Hoja de ruta’ que consistía en los siguientes puntos: ratificación del apoyo de la Casa Blanca a la gestión de Kirchner; una apelación a que el gobierno argentino multiplique los canales de diálogo con los tenedores de bonos en default y la opinión de Kirchner sobre la actitud de Washington hacia el país. No se habló del ALCA, ni de Cuba. Esto lo confirmó el vocero presidencial Miguel Núñez, según una enviada especial de Radio Mitre a Monterrey.
Núñez agregó que Bush dijo que tenía la versión de que la Argentina no pagaría con el superávit fiscal del 3%, pero habría dicho, haciéndose el distraído, que creía que eran ‘habladurías’. Kirchner respondió que la recaudación fiscal, el alza de los mercados y la Bolsa de Buenos Aires y una incipiente recuperación económica desmentía esas versiones.
Sobre el tema de los acreedores privados Bush preguntó y Kirchner respondió con la posición ya conocida, de una quita del 75% y recordó al presidente norteamericano las diferencias de su Gobierno con el FMI. Planteó que para la empresa Enron la quita fue mayor. En ese momento Bush se mostró cínicamente sorprendido y le preguntó a su funcionaria Condoleezza Rice si eso era cierto y la Rice habría respondido que era verdad.
Bush respaldó a Kirchner y no tuvo otros comentarios sobre ese punto, según la versión.
Donde sí insistió el presidente norteamericano es sobre la opinión de Kirchner a propósito la actitud de la Argentina hacia los Estados Unidos. Kirchner le respondió que era la misma de siempre, una posición seria y razonable. Bush agradeció que la Argentina siguiera diferenciando al FMI del gobierno norteamericano.
Kirchner habló sobre la renovación del Poder Judicial, la lucha contra la corrupción. Bush acotó que la gente en la Argentina debía creer en Kirchner porque ‘aumentó la contribución impositiva’.
La senadora Cristina Fernández explicó cómo se elige a la doctora Carmen Argibay para ocupar un cargo en la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Bush hizo algún comentario risueño como intrascendente. Kirchner recordó los atentados contra la Embajada de Israel y el edificio de la AMIA y Bush acotó que sabía que muchos judíos argentinos volvían al país procedentes desde Israel.
La reunión duró 40 minutos mucho más de los 15 programados en un principio. Una hora después, Kirchner cerró la Cumbre con un discurso de fuerte contenido donde condenó al FMI y exigió un Plan Marshall para América latina y dijo: ‘América debe mirar América’.
Relató la crisis argentina, la acción disolvente del capitalismo financiero y los grupos de especuladores que llevaron al país al borde de ‘la disolución’.
Un dato significativo fue que el presidente argentino no quiso participar de la conferencia de prensa al cierre de las deliberaciones. Ya anteriormente comentó que se firmaban documentos que luego no se cumplían.