Conferencia de prensa en la Agencia Judía

“Ningún país ofrece las facilidades que otorga Israel”

Para ofrecer un balance de lo sucedido en el 2003 se realizó, en la sede del Departamento de Aliá de la Agencia Judía, una conferencia de prensa a cargo de Arieh Abir, Director para Latinoamérica, y Lalo Slepoy, Director para el Cono Sur de la misma organización.

La reunión no escapó a la polémica suscitada por la publicación de cifras relacionadas al retorno de familias argentinas que, por diversas razones, no lograron encontrar su lugar dentro de la sociedad israelí.
El número de emigrantes, que pasó de 1.000 -en un principio- a 542 según una corrección de la propia fuente, el diario Maariv, no es significativa para Abir comparada con las casi 8000 personas que emigraron entre 2001 y 2002, y no debe dar lugar a ningún tipo de lectura. “Hay que hacer y no hablar”, dijo Abir, y para sostener la frase explicó que si bien varios de los beneficios especiales caducaron el 31 de diciembre, se sigue trabajando en planes que dan una mayor contención personal y facilitan la absorción, tomando como ejemplo al Plan Shajar, que cumple con este requisito al capacitar al futuro inmigrante para un empleo que lo está esperando. Así, también, enumeró el desarrollo de planes menos generales y más segmentados como los dirigidos a las familias uniparentales (padres o madres que viajan solos con sus hijos) y los pensados para el tan de moda rubro de “solos y solas” hasta 45 años.
Abir destacó, en paralelo con las actividades mencionadas, el papel que cumple y deberá cumplir la Agencia Judía apoyando la educación judía en Argentina enfatizando que “no puede ser que un chico judío no sepa hablar hebreo o no conozca el significado de las fiestas”.
Slepoy, a su turno, fue preciso en señalar dos grupos claramente diferenciados entre los que vuelven: aquellos que no encontraron lo que buscaban (trabajo, salario, nivel de vida, etc.) y aquellos que lo hacen por razones puramente sentimentales.”Sobre el primer caso, podemos trabajar, y estamos abiertos a escuchar para mejorar nuestra propuesta; a los otros, los entendemos pero no está en nuestras manos intervenir”.
Slepoy se refirió a la posición de Israel y las facilidades para inmigrar otorgadas por el Estado judío como uno de los países desarrollados: “no hay país que ayude, no hay país que abra sus puertas como Israel lo hace”.

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