Quedó preso el ex Presidente de la DAIA Rubén Beraja

El juez Oyarbide procesó con prisión preventiva al ex máximo dirigente de la DAIA, que quedará detenido en la Unidad de Delitos Complejos de la Federal. Se lo acusa de ser jefe de una asociación ilícita por la liquidación del Banco Mayo. El ex titular de la DAIA se entregó esta mañana ante el juez federal Norberto Oyarbide, quien había dispuesto su captura en el marco de la causa en la que se lo investiga por haber cometido supuestas irregularidades en la administración de la liquidada entidad.

Beraja concurrió esta mañana, lunes 29 de diciembre, al juzgado federal de Norberto Oyarbide, que la semana pasada lo procesó con prisión preventiva como supuesto jefe de una asociación ilícita, la cual habría actuado en la cúpula del Banco Mayo. Oyarbide también procesó con prisión preventiva al ‘número dos’ de Beraja en esa entidad bancaria, Salomon Carlos Cheb Terrab, para lo cual también solicitó su captura.
La abogada Marta Nercellas, defensora de Beraja y mandataria de la DAIA en la Causa AMIA, informó que su cliente irá detenido a la Unidad de Delitos Complejos de la Polícia Federal, donde también está detenida la ex funcionaria menemista María Julia Alsogaray.

El ex número 1

Beraja fue el hombre fuerte de la comunidad judía ante el gobierno menemista entre 1991 y 1998. En 1999, el juez Cavallo, en ese momento a cargo de la causa por el Banco Mayo, lo procesó por los delitos de «defraudación por administración infiel» y «defraudación a la administración pública», a la vez que le impuso un embargo sobre sus bienes por 50 millones de dólares.
Luego, en agosto de 2000, la Cámara Federal procesó a Beraja y una docena de directivos del banco por presunta defraudación. En octubre del año pasado la Cámara ordenó continuar con la investigación de la causa.
Las presuntas maniobras delictivas que se le adjudican a Beraja, en el Banco Mayo, eran por «ardidosa captación» para «el manejo y/o administración de fondos dinerarios ajenos» que habrían ingresado a través de dos mesas de dinero, los que habrían operado en esa entidad «bajo los nombres de Mayflower y Trust Inversión».
Hace menos de dos semanas la jueza en lo comercial Margarita Braga le prohibió salir del país -en su carácter de socio comanditado- y dictó su quiebra y la de la empresa constructora Legis.
Beraja se entregó hoy ante el magistrado y fue alojado en la Unidad Delitos Complejos de la Policía Federal, mientras que Cheb Terrab haría lo propio en las próximas horas.
«Desde 1993 hasta 1998 en que se produjo la caída del Banco Mayo existió una organización estable, permanente y sólidamente conforme que habría nucleado por un lado a directivos de Banco Mayo y por el otro a empresarios o sujetos formalmente ajenos a la misma pero vinculados a personas jurídicas», indicó el juez en una resolución de 170 carillas.
Con respecto a las maniobras, el juez puntualizó como irregularidades probadas la «captación y la administración de fondos dinerarios ajenos que habrían ingresado a través de mesas de dinero que habrían operado en las instalaciones que respondían al banco y a empresas vinculadas a éste».
Además, el juez dijo que se probó el «manejo que se hizo de los 300.000.000 de dólares que el Banco Central entregó al Mayo en concepto de redescuentos como asistencia financiera por iliquidez entre septiembre y octubre de 1998».
Con ese dinero «lejos de adoptar recaudos para enfrentar la coyuntura», se suscribieron «operaciones comerciales aparentemente irregulares en un contexto de iliquidez de la entidad incompatible con la toma de decisiones de esa naturaleza», añadió el juez, y se calcula que en «apenas seis semanas» se ocasionaron pérdidas «por 200 millones de pesos».
«Decidieron disponer de esos bienes e intereses en beneficio propio, de familiares y amigos, así como de otras personas físicas o jurídicas relacionadas con ellos mediante el otorgamiento de créditos y la realización de inusuales operaciones comerciales que produjeron el virtual vaciamiento de la entidad y el fraude a la confianza que los socios cooperativistas, ahorristas e inversores del banco y el propio Estado habían dispuesto en ellos», señaló Oyarbide.

Más imputados

En la misma resolución Oyarbide dictó los procesamientos de varios imputados vinculados al Banco Mayo por la presunta comisión de los delitos de «estafa calificada, defraudación por administración infiel y asociación ilícita», al tiempo que dispuso numerosas faltas de mérito y sobreseimientos.
Entre esos procesados se encuentran León Laniado, Isaac Raimundo Duek, Abraham Fleisman, Felipe Kompel, Sergio Kompel, Alberto Tawil, David Malik (ex integrantes del Consejo Administrativo del Banco), Víctor Liniado, Jaime Hasbani, Ricardo Elías Tobal, Alfredo Bigio, Jaime Yabra, Alberto Laham, José Naftali y Rafael Charur y Horacio Alegre.

Dirigente indigno

Como titular de la DAIA, a Beraja le tocó canalizar la reacción de la comunidad judía por los dos atentados terroristas contra cometidos en Buenos Aires entre 1992 (Embajada de Israel) y 1994 (AMIA) que causaron 114 muertos y centenares de heridos.
Beraja fue muy criticado por la comunidad judía local por su falta de compromiso con el esclarecimiento que se vivió en la década menemista.
El ex banquero era un símbolo de la colectividad judía y se lo vincula con una amplia gama de oscuros negociados durante la presidencia de Carlos Saúl Menem.
Dos semanas antes del aniversario conmemorado el 18 de julio de 1997, Beraja manifestó públicamente, en la Plaza de la Memoria, que disponía del llamado “Libro Blanco” en el que estaban compilados los datos de quienes habían cometido irregularidades que impedían el esclarecimiento del atentado a la AMIA. Libro que nunca mostró -dejando al descubierto la inexistencia del mismo-. Dos semanas después, prácticamente las 10.000 personas que se dieron cita en la calle Pasteur -para conmemorar ese nuevo aniversario del atentado- le dieron la espalda ante la imposibilidad de cumplir con su promesa de denuncia y abuchearon a los representantes políticos del menemismo.
Esa fue el inicio de la rodada sin retorno de Beraja y su estructura tanto comunitaria como comercial: ya no resultaba un interlocutor válido para el Gobierno y habían decidido librarlo a su suerte.
Para muchos integrantes de la comunidad judía, Beraja ya se había convertido en un dirigente indigno.
Vale la pena destacar que la detención de Beraja se produjo luego de que el juez Juan José Galeano fuera apartado de la causa que investiga el atentado a la AMIA en julio de 1994.