¿Cómo evalúa el festival?
Tuvo una muy buena repercusión de público. Se vendieron 5.600 entradas para 21 películas. Si se compara con otros estrenos cinematográficos es sumamente alentador y nos pone de cara a un compromiso aún mayor para el festival del año que viene.
¿Fue difícil conseguir sponsors?
Quizá algunas instituciones o organizaciones que figuran como sponsors lo han sido por la prestación de recursos o canjes publicitarios pero lo que de hecho faltó, y esto fue algo que lo tuvimos que resolver operativamente, fue la ayuda económica. Con 20 títulos internacionales, con tres visitantes extranjeros, con la instalación del Festival en un complejo cinematográfico de primera, como los Hoyts General Cinema del Abasto, se requiere dinero. Y en ese sentido no obtuvimos la ayuda que hubiésemos necesitado.
Comentabas que faltó el apoyo de las instituciones madres de la comunidad…
Sí. Yo esperaba que las instituciones que centralizan a la comunidad judía, y por lo tanto propenden a las actividades culturales, abrazarían a este proyecto como lo que realmente fue: un evento cultural de envergadura internacional que ha enriquecido la actividad cultural judía de la Argentina.
El Festival aportó -y seguirá aportando- sentimiento, emociones, debates y recuerdos a casi 6000 personas. Pero, lamentablemente, las organizaciones no lo entendieron así, o les llamo la atención que el proyecto haya venido por afuera. Creo que eso generó cierto recelo, pensaron que debían haberlo creado ellos.
El Festival es un emprendimiento personal que ha tenido ciertos apoyos pero -por lo menos en esta primera edición- se le regateó el verdadero auspicio que necesitaba para no tener que andar a los saltos y tapando agujeros -que, afortunadamente no se notó en la calidad de la propuesta y la organización-.
Espero que ahora -luego de la primera edición- se comprenda la envergadura y el alcance internacional del Festival, y en el próximo, estas instituciones se comprometan con un aporte cultural y artístico.
¿Qué modificaciones sufrirá el Festival para el próximo año?
Creo que tenemos que analizar cómo acercar a la juventud a películas de temáticas judías, hacerle comprender a las escuelas la herramienta fundamental que puede ser el cine en la educación, en la identidad y las raíces. Al fin y al cabo, si no ponemos el acento en esto, dentro de algunas generaciones ya no tendrá sentido hacer un Festival de Cine Judío. Si no renovamos el interés por nuestras raíces, tradiciones, y no trabajamos seriamente con la juventud, vamos a perder nuestra esencia.
¿Se repartieron entradas gratis en las escuelas?
Todos los días hábiles de la semana que duró del Festival, a las 9 de la mañana, hubieron funciones gratuitas para escuelas. Todas las escuelas de la red judía fueron invitadas. En algunos casos la respuesta fue interesante, por ejemplo con ”Legado” la sala se llenó, pero en otros casos no hubo tanta convocatoria. Creo que las escuelas no llegaron a comprender, y es probablemente una deuda para el próximo año, la utilización que le pueden dar al cine como herramienta en sus ejes temáticos.
¿Cuáles películas fueron las más vistas?
“Legado”, “El Comediante” y “Tomando partido”, que obtuviera el premio al film preferido del público. También “La plaza de los sueños”, que contó con la presencia del actor Yosef Schiloach. Todavía estamos juntando toda la información de puntaje y público para darla a conocer a toda la comunidad.
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