Ese lunes 1 de Julio de 1974 arrastraba los rumores que sobre la salud de Perón invadieron el país todo el fin de semana. Alrededor de las 10 de la mañana, la radio confirmó que las aprensiones se corporizaban. El país entero quedó pendiente del hombre que había sido protagonista excluyente en los treinta años anteriores. A las 14 horas y 5 minutos, Isabel informó oficialmente de la muerte ocurrida a la 13hs y 15 minutos y una hora después, como si fuera un comisario deportivo, lo hizo el siniestro José López Rega.