Los organizadores manifestaron su sorpresa ante el desborde del Luna Park. Es que si bien habían movilizado a las instituciones, la convocatoria casi llenó el estadio más importante de Buenos Aires.
“Fuimos desbordados, confesó el Presidente de la OSA -Manuel Junowicz- quisimos hacerlo con entrada libre y la comunidad judía estuvo presente festejando junto a Israel”.
El Embajador de Israel, Rafael Eldad, festejó junto a los jóvenes en la marcha de la juventud, previa al inicio del acto, y con su discurso manifestó la cercanía de “esta comunidad a Israel”.
El Representante de la Agencia Judía, Arie Avir, también reflejó el mismo sentimiento en su texto hacia el público.
Es que la fiesta también fue el público mismo o estuvo mezclado entre ellos en una inteligente puesta que los incluía como parte activa del espectáculo o les pasaba cerca, como el tema de los trapecistas descolgándose desde los techos del Luna, o los coros y los chicos tocando flautas en otros ámbitos fuera del escenario.
En síntesis, una fiesta que colmó el estadio y no dio respiro desde su inicio. Color, alegría y esperanza, sobre todo esperanza, estuvieron a la orden del día en una fiesta que resultará, francamente, inolvidable.
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