Luego de la muerte de cinco soldados israelíes el domingo -a manos de grupos terroristas palestinos-, ayer -10 de junio- Ariel Sharon -y como respuesta a esos ataques- ordenó dos emboscadas selectivas en Gaza que terminaron con cinco palestinos muertos y una cincuentena de heridos, varios de ellos graves.
El objetivo del primer ataque era Abdelaziz Rantisi, portavoz de Hamas y miembro de la línea dura de la organización, que logró sobrevivir al ataque selectivo.
Hoy, 11 de junio, otro ataque palestino en represalia al intento de la emboscada selectiva israelí se produjo en el centro de Jerusalem: una bomba explotó dentro de un autobús en el centro de la ciudad -en la calle Jaffa- provocando, hasta ahora 13 muertos y 65 heridos.
El ataque se produce un día después de que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) prometiera venganza tras el intento de acabar con Abdelaziz Rantisi.
Una espiral de violencia que termina con más vidas y puede, también, dar por concluidos los intentos de paz en la región.
Sobre las 11,30 de la mañana hora israelí -del pasado 10 de junio- al menos seis misiles lanzados por helicópteros israelíes impactaron en el coche del portavoz de Hamas cuando éste -que había asumido la responsabilidad de expresar públicamente el rechazo de la organización islamista a negociar el fin de los ataques a Israel- circulaba por el centro de Gaza.
Rantisi resultó herido pero en el mismo ataque murieron una mujer de 50 años y un hombre. La hija de 8 años de la mujer fallecida se encontraba, al momento de redactar estas líneas, en estado de muerte cerebral.
“Un terremoto para Israel”
A última hora de la tarde, tanques y helicópteros abrieron fuego en una zona residencial situada entre Beit Janún y el campo de refugiados de Yebalia, matando al menos a tres civiles e hiriendo a unos 30.
Este ataque puede interpretarse como una respuesta israelí al lanzamiento de una quincena de morteros caseros Qasam contra Israel desde el norte de la franja de Gaza.
Desde la cama del hospital Shifa de Gaza donde estaba convaleciente, Rantisi no tardó en lanzar su desafío a través de la emisora Al Jazera: «Continuaremos nuestra guerra santa y resistencia hasta que el último criminal sionista sea expulsado de esta tierra».
Un comunicado del brazo armado de Hamas fue aún más contundente: «Prometemos una respuesta más dura que un terremoto para Israel». El líder espiritual de Hamas, el jeque Ahmed Yasín -calificado de «objetivo legítimo» por fuentes del gobierno israelí- afirmó que «todos los civiles israelíes son objetivos de Hamas», dando por tierra, así, sus dichos acerca de que vería con buenos ojos que Hamas tomara parte en las negociaciones de paz. “Preferimos alcanzar este objetivo a través de medios pacíficos”, dijo Yasin al periódico danés “Politisk”. Ese medio también dejó trascender que Hamas consideraba favorable el logro de una tregua con Israel que permita la retirada de las fuerzas hebreas de las ciudades y poblados palestinos.
Ataque a “los enemigos de la paz”
Horas después del fallido ataque, el primer ministro israelí, Ariel Sharón, subrayó que su país continuaría «actuando contra los enemigos de la paz». En un discurso ante ex militares en la localidad de Netanya, en el norte de Tel-Aviv, Sharón expresó la voluntad de su gobierno de «hacer frente al terrorismo mientras nadie lo haga en el lado palestino».
En un comunicado, el gobierno de derecha israelí calificó a Rantisi de «uno de los líderes más extremistas de Hamas» y lo acusó de estar implicado en numerosos ataques contra Israel, como el del pasado domingo en el paso fronterizo de Erez. El comunicado agrega que Israel tenía «motivos para creer que las actividades criminales de Rantisi iban a aumentar».
No opinaron lo mismo, en cambio, el primer ministro palestino, Abu Mazen, ni los Estados Unidos.
Mazen expresó su confianza en que Estados Unidos «asuma su responsabilidad para encontrar soluciones a esta situación» y apeló a Hamas a que acceda a negociar una tregua.
Preocupaciones varias
Washington tuvo una reacción más dura que lo habitual.
El presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, expresó su preocupación por las consecuencias que el ataque israelí contra Rantisi pueda tener sobre los esfuerzos antiterroristas de los palestinos. El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, dijo que el presidente está “profundamente conmovido” por lo sucedido. “El presidente está preocupado porque el ataque pueda socavar los esfuerzos de las autoridades palestinas y de otros para poner fin a los ataques terroristas. Este tipo de acciones no contribuyen a la seguridad de Israel” agregó el portavoz.
Fuentes gubernamentales israelíes, a su vez, afirmaron que el ataque llevaba semanas preparado pero que fue atrasado «por cuestiones diplomáticas»; y no parece que hayan elegido el mejor día para llevarlo a cabo.
Mahmud Abas (Abu Mazen, el primer ministro palestino) subrayó que “semejantes ataques obstruyen y sabotean el proceso de paz”.
Nabil abu Rudaina, portavoz de Yaser Arafat, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), manifestó que el ataque “es muy grave y viene a demostrar la decisión de Israel de dejar sin efecto el plan de paz”.
El ministro de Información, Nabil Amer, afirmó que “este ataque ha tenido por objeto sabotear todos los esfuerzos políticos para devolver la calma a Oriente Medio e incendiar (de violencia) la franja de Gaza”.
Jerusalem como centro de la violencia
Esta tarde, en la calle Jaffa de Jerusalem, una bomba explotó dentro de un autobús. El atentado provocó al menos 13 muertos y 65 heridos. La policía ha confirmado que el ataque ha sido perpetrado por un terrorista suicida. Minutos después del suceso, helicópteros israelíes han lanzado varios misiles contra Gaza.
Ninguna organización se ha responsabilizado por el ataque producido un día después de que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) prometiera venganza tras el intento de asesinato de Abdelaziz Rantisi, portavoz de Hamas y miembro de la línea dura de la organización.
Condenas
El presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, condenó enérgicamente el atentado contra el autobús israelí.
También lo hicieron los líderes palestinos: «condeno con todas mis fuerzas la operación terrorista de Jerusalem. La condeno con la misma firmeza con que condeno el intento de asesinato de Rantissi. Pido un alto el fuego inmediato de todos los actos terroristas de ambas partes” declaró Arafat a la radio y la televisión palestinas.
«Hay que salvar el proceso de paz y aplicar el Mapa de Rutas» aseguró el líder palestino, pidiendo el envío de observadores de paz internacionales.
Abú Mazen también condenó «el ataque terrorista» perpetrado en Jerusalem oeste, al igual que el ataque de helicópteros israelíes en Gaza. En un comunicado, publicado en Ramallah, el primero ministro palestino pidió tanto a los israelíes como a los palestinos que decreten un alto el fuego.
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