El alto el fuego anunciado por los líderes israelí y palestino no es más que un acuerdo de buenas intenciones políticas que deberá ser comprobado en el terreno.
La reunión de Sharm El Sheik vino precedida de un drástico descenso de la violencia. Pero cuando aún no se habían apagado las luces del encuentro, los radicales palestinos aclararon que ese alto el fuego declamado no los tiene involucrados.
“La posición israelí no ha cambiado a pesar de las iniciativas de la parte palestina”, comentó el portavoz de Hamás en Gaza, Mushir al-Mashri. La referencia al alto el fuego de Abbas “no es vinculante para la resistencia porque es una posición unilateral y no fue el resultado de un diálogo interno palestino”, señaló Osama Hamdan, responsable de este movimiento islámico en El Líbano.
“Nuestra decisión (de continuar los ataques) dependerá de que haya un cambio sustancial” del lado israelí.
Nafez Azzam, líder de la Yihad Islámica en Gaza, manifestó, por su parte, que “hemos repetido que la calma no puede venir de un solo lado y gratuitamente”, concluyó dejando la puerta abierta a nuevas acciones violentas.
En los últimos días se han multiplicado los contactos entre Hamás y el Yihad Islámico tanto en la Franja de Gaza como en Egipto para intentar llegar a un consenso para el alto el fugo.