Como tantos otros antes que él, Rajoub cayó en desgracia ante el “gran líder” y fue destituido de inmediato. En 2003 hizo las paces con el ‘rais’ y retomó cierto poder en materia de seguridad.
Durante años, Rajoub dirigió con mano dura las cárceles del interior de los territorios palestinos. Sus contactos con funcionarios israelíes para ejercer medidas conjuntas en materia de seguridad lo convirtieron en un hombre fuerte para Israel y, por añadidura, para los Estados Unidos.
El nombre de Rajoub, quien aprendió hebreo mientras estuvo preso en varias prisiones israelíes, sonó Arafat cuando para la aplicación del llamado ‘Mapa de Rutas’ exigió un recambio en la cúpula de la Autoridad Palestina. Este hecho y sus diferencias sobre la mejor forma de contener al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) y el Yihad, le distanciaron de Arafat.
Rajoub dijo que renunciaba para dar a Abú Mazen “la oportunidad de efectuar su reforma”. Sin embargo, los últimos días de la campaña fue visto detrás del ahora Presidente donde él se
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