Sharón, después de expulsar a sus socios ultra-derechistas acabó obligando a que su único aliado de peso que le quedaba (el centro secular Shinui) se salga del gabinete.
Su movida es astuta y tiene como fin presentarle a su partido (Likud) un hecho consumado: o se coaliga con el laborismo o debe llamar a elecciones.
La derecha del Likud (Netanyahu) y la izquierda laborista (Barak) se oponen a un gobierno de unidad nacional, pero Sharón y Peres creen que es el momento para aprovechar la muerte de Arafat para viabilizar una retirada de zonas palestinas.
El reto se acentúa ante el anuncio de Barguti (el líder palestino más popular encarcelado a perpetuidad en Israel) de candidatearse contra su partido Al Fatah.
Sharón necesita mostrar una disposición conciliadora si quiera ayudar a que su favorito, Abú Mazen, gane las presidenciales palestinas de enero.
Notas Relacionadas
31/03/2004 Sharón consultará al Likud
06/07/2005 Pactan unir Gaza y Cisjordania
21/06/2005 Empezó el juicio contra Galeano