Finalmente, el primer ministro de la ANP, Abú Ala y su antecesor en el cargo, Abú Mazen, viajaron a Francia para visitar a Yasser Arafat. El viaje había sido suspendido después de que la mujer de Arafat los definiera como «ladrones de herencias». Desde Ramallah respondieron apelando a la recordación de la vida lujosa que lleva Suha Arafat en París. Lo cierto es que detrás de estos enfrentamientos parecen encontrarse los millones de dólares que Arafat tendría a su nombre en bancos suizos.
«Desde hace tres años esta señora pasea por París y no es capaz de renunciar ni una semana a comer en los mejores restaurantes para visitar a su marido», dijo indignado un funcionario de la ANP, Sufián Abu Saida, en declaraciones a la prensa. Conviene recordar que la Justicia francesa ha iniciado una investigación para aclarar por qué Soha Arafat, la esposa de Arafat, recibió nueve millones de euros en transferencias en apenas un año. El dinero, según el Banco de Francia, procedía de cuentas numeradas en bancos suizos. La Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) ha abierto su propia investigación, con la sospecha de que Arafat haya utilizado parte de las ayudas europeas con fines personales o para financiar a grupos terroristas.
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