A pesar de que Israel no es superior a los países árabes en el número de soldados, tanques y aviones; estos datos no son decisivos -frente a una posible guerra- ya que las modernas tecnologías israelíes se impondrían a los otros ejércitos de la región. Solo Egipto está en un proceso de modernización de sus Fuerzas Armadas gracias a la ayuda de los Estados Unidos. Otro ejército árabe, el sirio, está muy lejos del nivel tecnológico israelí.
En recientes maniobras militares producidas en Israel, el ejército de este país -por primera vez- realizó maniobras relacionadas con un “conflicto de baja intensidad” como la Intifada palestina.
El presidente de la Comisión de Defensa y Exteriores del Parlamento, Yuval Steinitz, afirmó que “la amenaza básica para la existencia de Israel son los ejércitos regulares árabes como el egipcio, el iraní, el sirio y el de Arabia saudita”.
Steinitz afirma, frente al cometario de la crítica europea acerca de la muerte de civiles palestinos que él tiene “una acusación muy grave contra la hipocresía europea. En todas las comparaciones, Israel tiene el ejercito más ético y delicado en el mundo. Y los europeos en vez de apreciar esto, actúan de forma hipócrita y acusan al ejercito más cuidadoso y moral.”
El informe del Centro Jaffa establece que “la superioridad militar de Israel es impresionante. Israel goza de una superioridad estratégica general en todo el Medio Oriente y afronta el plan de retirada de la Franja de Gaza, previsto para el 2005 en una posición de fuerza”.
Pese a dicha superioridad, los analistas advierten que Israel aun tiene preocupaciones serias respecto a su seguridad: son dos amenazas no convencionales básicas que pueden poner en peligro su existencia. Por un lado, la posibilidad de que Irán disponga -en muy corto tiempo- de capacidad nuclear y, por otro, la amenaza del terror islámico internacional, que puede también conseguir armas no convencionales y usarlas contra Israel.
Por último, los analistas critican al Gobierno israelí por no hacer caso de las insinuaciones de Siria para reemprender el proceso de paz entre ambos países.
“Israel comete un gran error ya que debería intentar sacar a Siria del círculo potencial de la guerra. Este hecho tendría consecuencias importantes como frenar a Hezbollah (milicias fundamentalistas libanesas) en su lucha armada contra Israel, mejoraría su posición en la región y afrontaría de mejor forma el conflicto con los palestinos” concluye el informe.
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