El primer ministro israelí, Ariel Sharón, pasó gran parte del día en una reunión de emergencia con su gabinete, analizando qué acción tomar tras los atentados.
A última hora del domingo, el gobierno anunció que seguiría adelante con las negociaciones con el primer ministro palestino Mahmoud Abbas -también denominado Abu Mazen-.
Abbas, que se comprometió a intentar controlar a los grupos radicales palestinos, se reunió con Sharón el sábado 17 de mayo, en la primera reunión de alto nivel de los últimos dos años.
«De ahora en más, cualquier dignatario extranjero que declare su intención de reunirse con Arafat, no será recibido por ningún funcionario israelí en el marco de esa visita», señaló un funcionario israelí a la agencia de noticias británica Reuters.
El gobierno de Israel culpa a Arafat de no haber hecho nada para impedir los ataques de grupos radicales palestinos contra ciudadanos israelíes en los últimos 31 meses de insurgencia palestina.
Paz postergada
Entretanto, el primer ministro israelí aplazó un viaje a Washington previsto para mañana.
El objeto de la visita de Sharón a George Bush, era discutir el plan de paz conocido como «Mapa de Rutas», a la luz del encuentro con Abu Mazen.
Si bien no se informó de ningún avance en la reunión de los premieres el sábado, los corresponsales en Medio Oriente señalan que el solo hecho de que Sharón y Mazen se hayan sentado a la misma mesa, ya de por sí, resulta un hecho significativo.