Otra iniciativa de la Unión Europea

Nuevo plan para detener la crisis israelí-palestina

Los cancilleres de la Unión Europea (UE) encomendaron al responsable de la política exterior, Javier Solana, que diseñe un plan con efectos "a corto y mediano plazo" para evitar la caída de la Autoridad Palestina (AP) y promover una solución a la crisis del Medio Oriente. La iniciativa fue adoptada por los jefes de la diplomacia de los 25 estados miembro en el Consejo de Ministros celebrado en Luxemburgo. El plan incluirá la asistencia europea en materia de seguridad, reforma política, reconstrucción de infraestructura, elecciones en los territorios palestinos y una acción diplomática destinada a encontrar soluciones basadas en la existencia de dos estados.

«Es una acción independiente de lo que opine Israel, Estados Unidos, Naciones Unidas o Rusia. Europa se mueve, asumiendo su responsabilidad», manifestó el titular español, Miguel Ángel Moratinos, quien expresó su satisfacción porque la Unión Europea haya decidido «no perder más tiempo en declaraciones, sino obtener un mandato claro de acción».
Javier Solana afirmó que el proyecto será perfectamente compatible con el ‘Mapa de Rutas’, el plan apadrinado por el Cuarteto de Madrid (Estados Unidos, Rusia, Naciones Unidas y la Unión Europea).
Mientras en Luxemburgo se trata de poner en marcha esta iniciativa, en Jerusalem el primer ministro israelí Ariel Sharón sufrió una derrota parlamentaria con aún indefinidas consecuencias para su futuro político.
La Kneset (Parlamento israelí) votó en contra (por 53 votos contra 44) del discurso inaugural de la reapertura del trabajo parlamentario luego del receso. Por esa votación se rechazó el plan de evacuación de los asentamientos de la franja de Gaza y de cuatro colonias de Cisjordania.
La llave de esta votación en contra estuvo en manos del Partido Laborista -que, a pesar de la voluntad de su líder, Shimon Peres, de apoyar al Gobierno, su partido votó en disidencia- y de los diputados rebeldes del Likud, que se oponen al plan de desconexión unilateral del Gobierno por lo que también optaron por votar en contra o abstenerse.
La situación de Sharón, en esta reapertura de la vida parlamentaria israelí, es realmente crítica por izquierda y por derecha y es posible que le resulte muy difícil seguir haciendo equilibrio entre tantos nubarrones políticos.