Estonia:

Rusia califica de ofensa a las víctimas del nazismo la inauguración de un monumento

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia calificó a la inauguración -en el poblado estonio de Lijula- del monumento a los soldados de la 20 división de las SS de una acción vergonzosa, que ofende la memoria de las víctimas del nazismo en todo el mundo.

“La inauguración del monumento (en Lijula) es una acción vergonzosa, que ofende la memoria de las víctimas del nazismo en todo el mundo. Aún más profana es esta decisión, tomado en consideración el reciente 60º aniversario del desembarco de las tropas aliadas en Normandía y los preparativos para el festejo de 60 años desde la victoria contra la Alemania nazi”.
“Una preocupación es suscitada también por el hecho que las tendencias de revancha se muestran con mayor fuerza en un país, que pasó hace poco a ser miembro de la UE y la OTAN. La pregunta más lógica es ‘¿Cómo ve Bruselas el avivamiento en Estonia de los ex esbirros de los nazis que buscan revisar los resultados de la Guerra Mundial II?”.
Por desgracia, no es la primera vez que se choca con el rendimiento de honores a los militantes estonios de las SS, reconocidos como criminales en el proceso de Nüremberg. En el caso de Lijula se intentó camuflar la situación real, bajo la excusa que el monumento se erigía en honor de los estonios “que combatieron entre 1940 y 1945 contra los bolcheviques en aras de restauración de independencia de Estonia”.
“En realidad se trata de unos intentos cada vez más activos de hacer héroes de los legionarios de la 20ª división de las SS y para nadie, incluida Estonia, ello constituye un secreto”, subraya la cancillería rusa.
El monumento es un bajorrelieve con la efigie de un soldado alemán uniformado y la siguiente inscripción ‘A los estonios que combatieron entre 1940 y 1945 contra el bolchevismo en aras de restauración de la independencia de Estonia’. La ceremonia no fue presenciada por algunas autoridades nacionales y provocó una fuerte reacción en sectores de la sociedad estonia.
El primer ministro del país Yujan Parts condenó este hecho de manera tajante, calificándolo de provocación. Ciertas organizaciones expresaron su protesta. El ‘Partido unido popular de Estonia’, representante de los intereses de la población rusoparlante, llamó a que no se permita la colocación del monumento. Igual disconformidad y grado de protesta expresaron el Comité antifascista, la comunidad judía de Estonia y otras organizaciones sociales del país.