Ariel Sharón será sometido, en las próximas dos o tres semanas, a un cateterismo para tapar un pequeño orificio detectado en su corazón después de haber sufrido un infarto cerebral leve.
La operación, según los médicos, pretende «prevenir futuros coágulos de sangre», dijo Tamir Ben Hur, citado por la edición digital del diario ‘Haaretz’.
Los médicos creen que este orificio del corazón, un problema congénito, fue la causa del coágulo que le provocó el infarto cerebral. La intervención que se le practicará, aseguraron, dura unos 30 minutos y no requiere cirugía. Consiste en insertar un catéter a través de un vaso sanguíneo para tapar el agujero.
Los doctores están seguros de que Sharón, de 77 años, se recuperará plenamente del infarto padecido, precisaron que su colesterol y sus niveles de presión sanguínea son normales, y que ya ha perdido tres kilos.
La conferencia de prensa de los médicos, para difundir los resultados de las pruebas practicadas a Sharón, fue organizada por la propia oficina del Primer Ministro con el ánimo de mostrar transparencia en el tratamiento de la salud de Sharón, quien se prepara para aspirar a un tercer mandato al frente de la política israelí.
Al respecto, un diputado del Likud, Michael Eitan, afirmó que las informaciones están siendo manipuleadas y reclamó que se difundan no sólo los resultados de los análisis sino también una evaluación neurológica que aclare si el infarto ha dañado las capacidades del Primer Ministro.
«El público debe estar seguro de que las decisiones importantes las toma el Primer Ministro, y no Omri Sharón o Dov Weisglass,» dijo Eitan.