Publicado en ‘La Vanguardia’ –18 de marzo de 2005-:

Los palestinos pactan un ‘clima de calma’

Sharón califica la decisión de paso positivo, pero exige el desarme de los radicales Los radicales palestinos no han aceptado la tregua que les pedía el presidente de la ANP, Mahmud Abbas, pero sí prolongar el periodo de calma si Israel se retira de las ciudades palestinas, pone fin a las operaciones militares y libera a los presos. Sharón calificó este paso de positivo, pero exige el desarme de todas las facciones.

El mismo día en el que por primera vez en cuatro años retorna a Israel un embajador egipcio, en El Cairo las trece organizaciones palestinas reunidas durante tres días con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas (Abú Mazen), han anunciado que el actual «clima de calma» continuará si Israel asume una serie de compromisos. Aunque no se señalan fechas oficialmente, se trata de un «plan de trabajo para este año 2005».
En un documento conjunto, las facciones palestinas, entre ellas los integristas de Hamas y la Yihad Islámica, no aceptaron comprometerse a una tregua (hudna) tal como intentaban lograr Abbas y Mubarak, pero es la primera vez que adoptan oficialmente la tahdia (tranquilidad). «¿Qué importa si se llama calma o tregua? Lo principal es que siga la tranquilidad», comentaban en el entorno de Abu Mazen. El dirigente del Hamas, Muhamad Nazzel, anunció que las condiciones impuestas a Israel para mantener la calma son: la retirada de las fuerzas armadas israelíes de las ciudades palestinas, el fin de las operaciones militares y la liberación de los presos políticos palestinos.
El presidente egipcio, Hosni Mubarak, llamó ayer al primer ministro israelí, Ariel Sharón, para decirle que ahora «la vía está abierta para progresar». Sharón contestó que «se trata de un paso positivo», aunque añadió que si se quiere progresar en el proceso de paz, las organizaciones palestinas no podrán seguir estando armadas.
En declaraciones al rotativo egipcio Al Ahram, el líder de la ANP subrayó que «el periodo de tranquilidad se declarará a cambio de que Israel cese todas sus agresiones contra los palestinos, permita el retorno de los deportados y vuelva a las posiciones que tenía antes del 28 de septiembre del año 2000», es decir, antes del estallido de la segunda Intifada. El presidente palestino no dijo cuál sería la duración de ese «periodo de calma», pero dio a entender que puede ser ilimitado.
Fuentes de Hamas advirtieron de que si los presos palestinos no son excarcelados, romperán ese periodo de calma. El portavoz de los 7.500 presos palestinos detenidos en cárceles israelíes, Abu Hasan El Jijaui, apoyó, en cambio, la posición del rais Abú Mazen pidiendo a los grupos palestinos que declaren un alto el fuego total. El jefe del Frente Democrático para la Liberación de Palestina, Nayef Hawatmeh, precisó por su parte que » el comportamiento del Gobierno Sharon determinará si esta calma será corta o larga».
Paralelamente, los grupos palestinos han acordado reformar la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), «para que en el futuro incluya todas las facciones». En El Cairo anunciaron la creación de un comité que estudie la forma de hacerlo. Hamas, que se prepara para presentarse por primera vez en las elecciones parlamentarias de julio, presiona a Abú Mazen para que reforme la dirección palestina y así los integristas tengan más peso en el proceso de toma de decisiones.
Aun así, el comunicado que llama a la unidad palestina declara la «prohibición de las armas para resolver las disputas internas». El asesor del primer ministro, Raanan Guisin, declaró a La Vanguardia que «se trata de un tema palestino interno… Para nosotros Abú Mazen se comprometió a un alto el fuego en la cumbre egipcia de Sharm El Sheij».
Guisin recordó que últimamente se han registrado diez intentos de atentados contra objetivos israelíes de los que nueve fueron evitados por las fuerzas de seguridad.
El nuevo embajador egipcio en Israel es Muhamad Ibrahim Asem, de 59 años, que representó a su país en Sudán y cuya esposa es embajadora en Suiza. Al llegar a Tel Aviv recalcó su esperanza de que el conflicto palestino-israelí se resuelva y eso permita que otros estados árabes establezcan relaciones con Israel. Arabia Saudita estaría pensando por primera vez en un posible intercambio de embajadores con Israel, al igual que ya tienen Jordania y Egipto.