Goodkind señalo que el atentado representaba “una mancha en la pluralista sociedad argentina”, expresando que “creen en la palabra del Presidente Kirchner” cuando dice que “la falta de esclarecimiento representa una vergüenza para toda la sociedad”.
A su turno, Harris opinó que “sería mejor no poner el foco en las diferencias con la investigación, sino en encontrar a los responsables del atentado” anunciando, también, que por iniciativa del AJC, el Congreso de los Estados Unidos se apresta a aprobar una resolución resaltando la voluntad del Gobierno de resolver el atentado. Concluyo diciendo que “sabemos que la relación entre la Argentina y los Estados Unidos es difícil, pero entendemos que un mejor entendimiento seria beneficioso para ambos países”.
Interrogado sobre las expresiones volcadas por Cristina Kirchner (la primera dama presidencial) sobre la actuación de las instituciones judías en estos años, Abraham Kaul respondió que posiblemente falte una autocrítica sobre la actuación de las mismas con respecto a la causa, que si bien él estuvo, y está, enfrentado con Beraja, entiende que el ex banquero “no puso la bomba” y que no podría probar “si recibió apoyo del Gobierno de Menem para ocultar información”. Kaul dejó en claro, además, que fue querellado en dos oportunidades por Beraja al expresar sus dudas respecto al papel que estaba cumpliendo respecto de la investigación.
Finalmente Harris aclaró lo sucedido durante la visita de Kirchner a Nueva York: “Una vez por año el AJC invita a un Presidente a una reunión, y consideramos que por recordarse el 10 ° aniversario del atentado, era importante invitar, este año, al Presidente argentino. En cuanto a la distinción, fue una versión de una agencia de noticias, y es equivocada, ya que el AJC acostumbra a entregar distinciones al final de las mandatos, si es que cumplen con lo prometido, nunca al principio”.