Quisiera que nos contara lo sucedido.
Hace seis meses, aproximadamente nos acercamos a la AMIA, nuestra institución hermana en Argentina, con la idea de explorar la posibilidad de invitar al Presidente Kirchner a ser nuestro orador central durante nuestra cena anual, en Washington, en donde congregamos a representes de la comunidad judía americana, líderes de la comunidad judía internacional y representantes de los sectores políticos de los Estados Unidos como lo hacemos todos los años. Hemos tenido a figuras muy importantes en este acto: el Presidente Fox (México), el Presidente Toledo (Perú) y también al Presidente Aznar (España) el año pasado.
Pensamos que era importante invitar al Presidente Kirchner en el contexto del próximo aniversario del atentado a la AMIA y también porque nos enteramos, cuando hablamos con Abraham Kaul, que se conmemoraban 110 años de la creación de la AMIA.
Nos pareció un buen momento para ejercer la memoria en todos los sentidos.
¿Quién inventó la historia del premio?
Nunca hablamos de un premio, y no sabemos de dónde surgió la idea. Nosotros no damos premios durante nuestra cena anual, lo que hacemos es invitar a estas figuras relevantes de la política. Obviamente que al invitarlas estamos reconociendo que tienen un mérito muy importante, la distinción es presentarse en este foro que se ha convertido en una tribuna muy prestigiosa para conversar con estas figuras políticas y con la comunidad judía americana. A Kirchner lo invitamos como nuestro orador central y realmente nos sentimos muy honrados de que haya aceptado la invitación.
¿En algún momento la DAIA se pronunció en contra de cualquier distinción que pudiera recibir el Presidente Kirchner?
No, de ninguna manera. La DAIA envió una carta preguntando por qué ellos no estaban involucrados. Inmediatamente les contestamos que estábamos gestionando todo a través de la AMIA.
Inclusive les remitimos una copia de la carta invitación enviada al Presidente Kirchner, así que sabían de lo que se trataba desde muchos meses antes.
El Presidente (Vicepresidente primero en ejercicio de la presidencia) de la DAIA, su Secretario General y el Director Ejecutivo fueron invitados por el AJC a estar presentes.
¿Cómo recibieron la controversia entre AMIA y DAIA?
Nos sorprendió muchísimo, especialmente porque habíamos considerado que era muy importante y muy benéfico para la causa AMIA el hecho de que el Presidente Kirchner se comprometiera públicamente ante el judaísmo americano (y de otros países del mundo) a continuar con la búsqueda de justicia.
Ese era el verdadero propósito de la invitación. Entonces, no entendimos por qué, después de aceptar nuestra invitación y estar aquí presentes, se portaron de una manera bastante poco generosa con el AJC. No estamos acostumbrados a este proceder por parte de ninguna institución comunitaria.
Una de las explicaciones es que quien aceptó la invitación era el Presidente de la DAIA (Gilbert Lewi) y quien viajó es un Vicepresidente (Jorge Kirszenbaum) opuesto en ideas políticas al mismo Presidente. Quien acepta la invitación es una DAIA y quien viaja, y dice lo que dice, es otra.
Bueno, realmente no lo sabemos. Nosotros nos encontramos en algún momento aquí con el Presidente Lewi cuando asumió sus funciones. Con el Vicepresidente (Kirszenbaum) nunca habíamos tenido comunicación. Pero lo que no entendemos es: si él era contrario a esto, por qué aceptó la invitación a este acto. Tenemos entendido que hay voces en Argentina que están diciendo que no entienden ¿por qué no protestó en Buenos Aires y tuvo que viajar a Washington para hacer este tipo de pronunciamientos?
No creemos que sea un proceder correcto entre instituciones hermanas. Si no estaban de acuerdo, convengamos que tuvieron tiempo para acercarse y hacer pública su posición, no debieron esperar hasta 24 horas antes de que el Presidente Kirchner viajara a Washington. Fue un mal trago para el AJC.
En el futuro, ¿piensan reiterar la invitación cursada a la DAIA?
Queremos sostener excelentes vínculos con todas las instituciones representativas comunitarias alrededor del mundo. Creemos que este es un problema interno, sabemos que están dando una cantidad de pasos conducentes a resolver esta situación y tenemos confianza en que quienes sean los futuros líderes de la DAIA, tengan una actitud mucho más conciliadora. Obviamente trataremos de mantener relaciones con esos líderes. No creo que sea un problema entre instituciones, sino que -a lo mejor- son algunas personas que tomaron decisiones incorrectas.
A propósito de las personas que toman decisiones incorrectas, ¿han tenido algún tipo de contacto con Kirszenbaum después del episodio?
No.
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