No es antisemitismo criticar a Israel. Pero se pasa el límite cuando Israel y sus líderes son demonizados o difamados, por ejemplo, mediante símbolos nazis y caricaturas racistas.
Eso creo yo. Y, me guste o no, esas fueron las palabras que usó el Secretario de Estado norteamericano Colin Powell ante 600 representantes de 55 países que participaron de la conferencia de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa, en Berlín.
Advertir la necesidad de frenar la creciente judeofobia europea no es hoy de izquierda ni de derecha, más bien parece el ejercicio moral mínimo que debemos hacer los descendientes de quienes sobrevivieron al Holocausto.
Si usted no leyó el número anterior de Nueva Sión le comento que allí se planteó un debate sobre Israel cuyo eje estuvo en el análisis de la defensa de Israel que está realizando una periodista y escritora española, ex vice alcaldesa de Barcelona y ex diputada de izquierda, Pilar Rahola.
¿A favor de Israel y a favor de los palestinos?
¿La prensa criminaliza cualquier acción de defensa israelí?
¿Por qué la lupa de la prensa examina más a Israel que los líderes terroristas?
¿Es posible criticar a Israel sin ser tildado de antisemita?
Esos podrían ser algunos ejes del debate, pero el último número de Nueva Sión disparó otras discusiones.
La discusión que debemos dar en estas páginas no debería plantearse en los términos personales contra Pilar Rahola que expresó Abi Ben Shlomó, a quien no conozco.
A Pilar sí la conozco y su lucha me parece admirable.
Coincido con ella: la prensa no subraya las responsabilidades de los líderes árabes en el sufrimiento del pueblo palestino, gobernado por Arafat. Lo dije en mi columna del último número de esta revista.
Estoy a favor de Israel y del pueblo palestino, contra los ataques terroristas y contra los ataques selectivos, a favor de las medidas de seguridad y de la democracia en la autoridad palestina, contra los líderes islámicos que trabajaron aquí a favor del atentado a la AMIA y a favor de los integrantes del Centro Islámico que condenan al terrorismo, contra la prensa que ignora a las víctimas israelíes y a favor del pluralismo en los medios.
Pilar Rahola fue atacada sin merecerlo. Israel recibe ataques en la prensa, muchas veces, sin merecerlo. Sus ciudadanos reciben ataques mientras toman un café, y eso es un crimen injustificable.
Como este es un periódico pluralista hay opiniones con las que no acuerdo, por ejemplo, la de quien atacó a Rahola. Una mujer que desarrolla una lúcida batalla en los medios masivos a favor de valores democráticos, especialmente en la prensa española minada por el antisionismo. (Además de las crónicas periodísticas, también la prensa deportiva española nos regala buenos ejemplos de judeofobia: el periódico deportivo As se refirió al equipo de básquet Hapoel Jerusalem como “pérfidos judíos”).
Uno de los pilares de su prédica contra el terrorismo es lo sucedido en la Embajada de Israel aquí y en la AMIA y lo menciona cada vez que puede, cuando le preguntan sobre los atentados en Madrid. “Si el mundo hubiera prestado atención a lo sucedido en Buenos Aires quizás no ocurría lo de Madrid” dijo tras visitar la sede de Pasteur 633.
No podemos despreciar a una amiga de la memoria del pueblo judío, que se expresa en un contexto tan difícil como el europeo.
En ese debate estoy a favor de del derecho de israelíes y palestinos a vivir y a defenderse. Y a favor de la posibilidad de debatir sobre las formas que adquiere la defensa de Israel.
En la misma Alemania que realizó esa conferencia donde Collin Powel y Elie Wiesel advirtieron los riesgos del antisemitismo disfrazado de antisionismo, se realizaron 28 ataques violentos contra judíos en 2002.
En 2003 hubo 1.300 hechos antisemitas y la cantidad de agresiones violentas contra judíos se elevó a 35.
Esos datos provienen de la Anti-Defamation League, que informó que en Francia también crecieron las agresiones violentas contra los judíos: 185 en 2002 y 233 en 2003. El informe explica que la mayoría de las agresiones fueron realizadas por jóvenes musulmanes irritados ante informes de la prensa anti israelí.
Otro informe de la ADL sostiene que los españoles encabezan los índices de antisemitismo: el 71% cree que “los judíos tienen demasiado poder en el mundo de las finanzas” y el 57% cree que «los judíos hablan demasiado sobre el Holocausto». En ese ambiente Rahola sostiene que “los países donde a los judíos se los ataca por ser judíos las cosas van mal”.
En este contexto no creo que ser progresistas nos obligue a examinar a quien defiende el derecho de los judíos a vivir como judíos. Esa visión solidaria y humanista nos está llamando a informar y condenar el nuevo antisemitismo o a mostrar el maquillaje anti israelí que adquiere el viejo antisemitismo, sí, el del Holocausto.
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